Cuando adquieres un sistema de seguridad o alarma para tu hogar o negocio, lo primero que sientes es una sensación de tranquilidad, generada al saber que tienes el control de tu entorno: Pero… tal vez no te imaginas que existen unos dispositivos llamados inhibidores de alarmas, capaces de cortar la señal que activa los sistemas.
Por eso, es que muchas personas se preguntan, porque las alarmas no se activaron durante un robo o delito. Los delincuentes siempre buscarán la forma de violentar los sistemas de seguridad, sin embargo, puedes complicarle la situación utilizando una alarma de inhibición. Aquí te explicaremos qué son y cómo funciona.
Los inhibidores de frecuencia pueden recurrir a la generación de ondas de ruidos para que los equipos receptores no detecten la señal de alarma.
En primer lugar, antes de entrar en materia es vital que conozcas qué es un inhibidor de frecuencia, también conocido con el nombre de generador de interferencia o supresor de señal, los mismos son dispositivos electrónicos de uso ilegal que interrumpen la señal entre la alarma y la central receptora, con la finalidad de alterar el funcionamiento de los sistemas.
Existen varios tipos de inhibidores de alarma, por ejemplo, portátiles, fijos y de fabricación propia, no obstante, para inhibir una señal primero es necesario conocer la frecuencia con que trabaja el sistema, para programar el inhibidor. Esto significa que las personas que realizan estas acciones deben estar al tanto, del cual es el tipo de sistema y cómo funciona.
Los inhibidores de frecuencia son equipos electrónicos que sobrecargan los canales de comunicación de los sistemas, empleando señales muchos más fuertes, por supuesto, lo hacen utilizando la misma frecuencia de la señal, afectando la recepción de los equipos.
De igual forma, los inhibidores de frecuencia pueden recurrir a la generación de ondas de ruidos para que los equipos receptores no detecten la señal de alarma.
Las alarmas de inhibición son sistemas de seguridad que funcionan con redes privadas o exclusivas, capaces de detectar cualquier tipo de señal que pretenda interferir los sistemas, trasmitiendo alertas a la central receptora.
Del mismo modo, estos equipos cuentan con sistemas autónomos de encriptación, haciendo más complicado cualquier tipo de hackeo.
El funcionamiento de estos sistemas se basa en redes privadas, con tecnología de banda estrecha, independientes de las líneas telefónicas y de las redes convencionales, por lo que la alarma continuará trasmitiendo señales pase lo que pase, aunque se sobrecargue el canal de comunicación, se corte el cable de teléfono y de la red eléctrica.
De igual forma, la garantía de estos equipos se fundamenta en sistemas duales con emisiones de señales fuertes muy difíciles de inhibir, debido a la elevada potencia de las antenas trasmisoras que utilizan los sistemas. Si se pierde la comunicación en un punto, igualmente, el sistema enviara una señal de alarma, también son capaces de detectar si los niveles de ruido superan los -70 dbm.
Las personas deben ser consciente que los inhibidores de alarma son un riesgo real, sin embargo, el sabotaje de estos equipos actuales requiere de un conocimiento sofisticado difícil de encontrar, disminuyendo considerablemente los riesgos, en comparación a cualquier otro sistema.
